Noticias
En crecimiento

La Diseña: una historia de innovación en cada emprendimiento

La Diseña: una historia de innovación en cada emprendimiento. El encuentro que se genera durante la feria con las diseñadoras y los diseñadores, invita a conocer el trabajo creativo de cada producto y las mejoras que implementan, acompañados por el municipio para consolidar un sector que en 15 años puso a Santa Fe en el mapa del diseño argentino.

Más Información:
 
Más de 200 marcas participan de La Diseña, en la Estación Belgrano. La feria abrirá hoy de 17 a 23, en la última jornada de una edición que celebra los 15 años de una experiencia que se destaca en la región litoral. El aniversario es una oportunidad para escuchar las historias detrás de cada emprendimiento y valorar el crecimiento del colectivo, que contó con el acompañamiento de la Municipalidad a través de convocatorias anuales, ferias, capacitaciones y distintas herramientas que impulsaron esta industria cultural.
 
Tato Martínez es parte de Kosiak, una de las marcas que está presente desde las primeras ediciones. El emprendimiento conserva el carácter familiar de los inicios, entre 2006 y 2007, cuando su hermana y su mamá Alicia empezaron a cortar y coser sus propias carteras, y a asistir a talleres de formación en marroquinería, en Buenos Aires. La historia del emprendimiento es parte de la propia evolución del sector, que hoy los encuentra consolidados como una fábrica de diseño santafesino de accesorios, reconocidos por su línea de calzado a medida, en números regulares y para personas con tallas menores a 34 o mayores de 45.
 
Los primeros años de la feria, recuerda, “fueron una oportunidad de tantear la recepción de lo que estábamos haciendo; como tuvimos mucha aceptación, eso nos motivó a dedicarnos a esto y trabajar para nosotros”. En 2010, nombraron al emprendimiento con el apellido materno, que había comenzando como “Las manos de Baba”, también en homenaje a su abuela. Otro hito de esos años fue cuando montaron un domo en la feria, “a partir de una búsqueda constante por mejorar no sólo el diseño de los productos sino también la manera de presentarlos”. Hacia 2017, incorporaron una línea de delantales e indumentaria personalizada para emprendimientos del sector gastronómico.
 
A futuro, el rumbo empieza a estar marcado por la reducción al máximo posible de los deshechos de la producción y la reutilización de materiales, algo que surgió como inquietud en 2019, con la participación en Barcelona Design Week, uno de los eventos del diseño más relevantes a nivel mundial, donde estuvieron presentes también a partir de un proyecto del municipio con financiamiento internacional. Con este norte, Kosiak parece encaminarse a dar otro salto, y ya recorrieron los primeros pasos con la producción de camperas, riñoneras y bolsos creados a partir de una vela de kitesurf en desuso.
 
Si algo los identifica como marca, reflexiona Tato, “es que tuvimos la flexibilidad de no cerrarnos en un producto sino de empezar a diversificarnos y adaptarnos también a cada momento económico del país, que es uno de los grandes desafíos que tenemos los emprendedores”.
 
La ilustración a la mesa
Fer Perfetti es diseñadora gráfica pero hoy se define ante todo como ilustradora, “que es el camino que elegí y a lo que con el tiempo pude dedicarme de lleno”, cuenta en su stand. Ella también vio la evolución de La Diseña desde las primeras ediciones y transitó la feria con varios proyectos con el denominador común de la ilustración en color negro, que luego digitaliza y traslada a calcos vitrificables para aplicar manualmente a vajilla y porcelana blanca de fábricas nacionales como Tsuji o Verbano. “Cuando comencé hace 15 años trabajaba con plumín sobre la pieza y con el tiempo fui buscando la técnica que me permita generar stock, sin perder calidad ni el gesto del trazo a mano”, cuenta repasando su camino.
 
Este año, con su emprendimiento Mucho Antojo quiso llevar las ilustraciones a otros soportes sustentables y prácticos como wraps personalizados, trabajando en conjunto con otras marcas como Tessuto & Tavola para realizar platos de sitio, manteles y paneras de tela, y con Bonhomía Aromas y Estilo, velas de soja en cuencos ilustrados. “La idea fue que la ilustración vaya a otros soportes diferentes al que trabajo habitualmente y ver qué pasa con otras materialidades”, explica.
 
Con su proyecto situado actualmente en Expresiva, la incubadora de emprendimientos culturales que impulsan la Municipalidad y la UNL, valora especialmente las oportunidades de formación. “Al principio La Diseña era sobre todo un espacio de feria, pero fue evolucionando también a las clínicas y la tarea que hace el jurado de cada convocatoria, que siempre nos deja algo y nos impulsa a seguir cambiando. Es un espacio hermoso que genera ventas, pero también nos da la posibilidad de difundir lo que hacemos y conocer a los demás emprendedores, que es algo súper enriquecedor”.
 
Alimentos, con firma de autor
La primera participación de Ikigai en La Diseña fue el año pasado. Cuidar el cuerpo y el planeta puede ser una manera de resumir los objetivos de esta marca de yerba y té de autor, que surgió en el primer año de la pandemia, como una reinvención de las actividades principales de Natalia Campiglia, en el sector turismo; y de su hermana Romina, instructora de yoga y profesora de educación física. En ese contexto, aprovechando el dictado virtual de las carreras de tea blender y sommelier de té, que hasta el momento eran presenciales en Buenos Aires, comenzaron a formarse para diseñar fórmulas de té y de yerba mate; y a estudiar la cultura del té, sus distintas variedades y especificaciones. Así fue naciendo Ikigai, que toma el nombre de una palabra japonesa que significa “la razón de ser”.
 
Desde la primera experiencia en la feria, implementaron cambios en el diseño del packaging e incorporaron materiales como papel Kraft, tubos de cartón y tapas de material reciclado para hacerlo más ecológico, sustentable y reutilizable; además de yerberas y porta hierbas para los kits de mate, realizadas por la marca Nido; y kits de té, en bolsas de tela ilustradas por Pope, con flora y fauna de los humedales. Al mismo tiempo, mantienen la decisión de elaborar sus productos de manera artesanal, con materia prima generada por cooperativas de productores de yerba, de Misiones; y productores familiares de té que cosechan de forma manual, transmitiendo los saberes sobre la producción de la planta de camellia sinensis, de generación en generación.
 
Los productos se encuentran en un sector que reúne a otras marcas de Almacén Natural como Mylo, Nawood, Nido, Uamá y Lis, que a partir de conocerse en las clínicas de La Diseña, se unieron también para abrir su propio espacio en la Galería Rivadavia, con cuatro marcas locales invitadas. “La feria incorporó el almacén natural en 2019, que abarca cosmética, sahúmos, velas, aromas, pero tiene la característica de ser la única feria del país que valora el diseño de un alimento dentro de ese rubro”, explica Natalia. La posibilidad de incorporar procesos de diseño a la elaboración de alimentos, además de capacitar al consumidor sobre lo que está comprando y aportarle información para una vida saludable, son las características que diferencian a este tipo de emprendimientos de los que corresponden al sector gastronómico. En La Diseña 2022, son tres las marcas de este tipo que participan. Además de Ikigai, Naturalito Andino (salsas deshidratadas) y Gordanita (fermentos).
 
Nunca es Tarde
Esa expresión es la que eligió María Esther Welschen para su marca, cuando vio que las prendas que hacía para sus nietas podían convertirse en un emprendimiento de tejidos para bebés, niñas y niños. “Tenía más de 70 años cuando empecé y me gustó retomar esa idea de que nunca es tarde para cumplir un sueño”, cuenta en su stand, a pocas semanas de cumplir 83 años y a poco de recibir un reconocimiento por su participación en La Diseña. “Siempre hay que tener un proyecto y plantearse metas para ir creciendo. Sin proyecto no se puede avanzar”, agrega.
 
Con el tiempo, sus hijas Gabriela y Carolina Eusebio se sumaron al emprendimiento, tejiendo y administrando el Instagram de la marca: “Siempre fueron habilidosas”, dice Esther, mientras destaca los detalles en un chal o en un pulóver que hicieron sus hijas. “Les enseñé algunas cosas de tejido y otras las aprendieron viendo lo que yo hacía”, insiste.
 
Actualmente producen ranitas, chalecos, enteritos y camperas para recién nacidos y niños, mantas, y vestidos de tela y tejido con terminaciones en crochet y bordados hasta los 10 ó 12 años. Carolina desarrolló su propia línea bajo la marca Entramada. “La Diseña tiene que continuar. En invierno o cuando se acerca fin de año, la gente empieza a preguntar si se hace y en qué fecha porque acá se encuentran con muchas opciones para regalar”, dice María Esther, que encontró junto a sus hijas la manera de continuar con su proyecto.